Una visión crítica sobre los constantes cambios urbanos que se ven y se sienten (que yo veo y siento) en esta ciudad.

Nombre:
Lugar: Valladolid, Castilla y León, Spain

lunes, marzo 20, 2006

Los talleres de RENFE

Este inmenso espacio no es un túnel gigante ni una nave espacial. Es sólo uno de los grandes talleres de RENFE, esos que van a ser destruidos con la "operación" ferroviaria. Ningún catálogo protege estas edificaciones, algunas con un siglo de antigüedad. Por aquí entró en Valladolid la modernidad, estamos celebrando ahora precisamente los 150 años. De los talleres de RENFE se nutrieron muchas otras industrias de la ciudad, y es bien conocido el caso de Fasa (o Renault, como les gusta más decir a los directivos), para cuya venida a Valladolid fueron determinantes los ingenieros ferroviarios que ya había aquí. Alrededor de este complejo se levantó el barrio de las Delicias. Seguro que hay muchas historias dignas de mención, y eso también es Historia, es memoria, es patrimonio de todos nosotros. Aquí dentro, donde un vagón es casi una miniatura, cabrían varias pistas de baloncesto, o de fútbol sala, o de tenis, o de patinaje, o una piscina, o una gran sala de biblioteca, o un palacio de congresos, o un vivero de pequeñas empresas, o un mercado con todo tipo de pequeñas tiendas. Y hay varios más tan grandes o casi. En vez de derribar, ¿por qué no mantener, y además dando uso, aunque se "pierda" dinero? Creo que Valladolid tiene en sus manos una gran posibilidad, pero los riesgos de que salga mal son altos. Dudo que nadie se atreva a dar el paso y a decir que pueden convivir las nuevas viviendas y los edificios históricos. Estos edificios SON históricos, y por lo que han significado y significan, por su tamaño, por su aspecto y, lo más importante, por el uso que se les puede dar, merecen ser conservados.

viernes, marzo 10, 2006

Otra de alineaciones y ruinas

Pues no ha sido intencionada la coincidencia, pero es que en el devenir urbano de Valladolid ocurren estas cosas. La calle Duque de Lerma es una de las pocas que quedan en la ciudad con algún resto de trazado medieval, que se distingue, en general, por la irregularidad y la ausencia de una alineación planificada. Los tres edificios que salen en la foto muestran con bastante claridad el hecho (se ve mejor allí en vivo, claro). Hace poco desapareció uno que estaba justo enfrente, dando a la Plaza de la Universidad, conocido principalmente por dos antiguos bares que allí existían y la calleja estrechita que lo separaba del mamotreto de al lado. Ahora van a desaparecer estos. Y el Plan General de Ordenación Urbana, lejos de intentar proteger el tejido antiguo y sus edificios, lo que hace es, cómo no, ordenar y alinear. Se va a trazar una línea recta con las nuevas edificaciones que se construyan, desfigurando la trama actual, y tampoco enlazando completamente con el retranqueo de los pisos mastodónticos de más allá. El entorno urbano de lo que fue el centro intelectual de la ciudad, con los Estudios Generales en la antigua Colegiata y después con la Universidad, culmina de esta manera su dramática transformación. Sólo queda uno, justo al lado de la Catedral, pero hace tiempo que está vacío, y no le auguro un mejor final.

martes, marzo 07, 2006

Alineaciones

Estamos en la calle Muro, casi al final, cerca de la Plaza de Colón. Nos encontramos con esta, llamémosla curiosidad urbana: una casa cuya fachada principal da a la calle Gamazo, y la trasera (esta que se ve), sin seguir la alineación de la calle, se asoma a Muro. Que los espíritus de la ciudad rectilínea se tranquilicen, porque el edificio está a punto de ser demolido, y el Plan General obliga a que la nueva construcción se ajuste a la línea de fachadas de sus vecinas. Es decir, que hay que obedecer, incluso aunque los propietarios no quieran (que no es el caso). Sin embargo, creo que estas "irregularidades" como espontáneas y aleatorias dan algo de alegría y de variedad a la trama urbana de Valladolid, tan maltratada como todos sabemos. ¡Cuidado, no confundirse con los retranqueos de las horripilantes edificaciones de los 60, 70 y 80 en nuestro centro histórico! Encontrarse de vez en cuando con ángulos extraños, quiebros, pequeños espacios vacíos que ensanchen visualmente la calle, que aporten algo que rompa la monotonía, me parece que enriquece la ciudad. Ignoro por qué todo parece tender irremisiblemente a lo anodino, cuando a veces es tan fácil al menos intentar aportar algo que se salga de la normalidad urbana. Las alineaciones se suelen fijar sobre un plano, un papel (o pantalla de ordenador) que nos impide casi siempre, sobre todo tratándose de la ciudad, darnos cuenta de la realidad, de lo que existe, del espacio. Siga todo recto, recto, recto...