Sobre el Plan General

Era inevitable, con la repercusión mediática que está teniendo el tema, hablar de esos "retoques" clandestinos del Plan General de Ordenación Urbana de nuestra ciudad. La verdad es que no me he puesto a fondo con el tema, simplemente he revisado un poco la información que obra en mi poder, por circunstancias que no vienen al caso (no me la ha proporcionado ese famoso topo a quien el alcalde alude crípticamente de vez en cuando), de las fases intermedias de la operación de revisión del Plan, a lo largo del año 2003. De las diferencias entre el documento de aprobación provisional y el de aprobación definitiva que ha sacado a la luz el partido de la oposición municipal, una de ellas hace referencia al lugar de la foto, ese terreno de Cáritas o de una fundación benéfica donde se construye un aparcamiento, y que era suelo urbano no consolidado, que pasó por arte de magia a ser consolidado. Esto del "no consolidado" es uno de los miedos de todo promotor inmobiliario, porque es necesario realizar cesiones al municipio que no existen cuando el suelo es "consolidado". Hay más cosas, pero, sinceramente, lo que más me ha llamado la atención de lo que he ojeado en mi pequeño archivo es la base de datos de las alegaciones que se realizaron durante las dos exposiciones públicas del Plan. No es momento este (porque no me he tomado la molestia de leer mucho) de concretar casos, pero me hizo mucha gracia apreciar ese espíritu tan ibérico de preocuparse únicamente por lo que es de uno: solicitudes de descatalogación de edificios para poder derribarlos, de eliminar retranqueos obligatorios, de no proteger suelos rústicos, de aumentar edificabilidades... En fin, todo un rosario que podría merecer cierta atención de los estudiosos del comportamiento humano. Y bastantes de los peticionarios fueron promotores (es lógico) y arquitectos (a lo mejor no tanto). En esta profesión muchos parecen entregados sin pudor al mercenariado.