Una visión crítica sobre los constantes cambios urbanos que se ven y se sienten (que yo veo y siento) en esta ciudad.

Nombre:
Lugar: Valladolid, Castilla y León, Spain

lunes, agosto 28, 2006

Ciudad de barro

Cuando tiran un edificio, se ven los muros del de al lado, como sucede en la calle de la Platería (que no Platerías, aunque este error ya parece inamovible de la mente de los vallisoletanos). Y fijándonos un poco en la abundancia del material de color marrón clarito, podemos concluir, por extensión, que una gran parte de nuestro centro histórico está hecho de barro. O de tierra, como suele llamarse en los textos especializados. No hay más que repasar en los archivos los proyectos de construcción que se realizaban en nuestro país hasta los años 50 para ser conscientes de que la arquitectura de tierra ha abandonado las ciudades hace bien poco. Los adobes, fáciles de hacer, baratos y excelente aislante térmico y acústico, se utilizaban principalmente para los muros medianeros y para los tabiques (con entramado de madera), y en ocasiones también para las fachadas, revocándose con cales y yesos, aunque el ladrillo cocido los desplazó en los lugares donde había hornos preparados para tal función. Algo menos se empleó la tapia, que necesita de más medios auxiliares (unos encofrados grandes, llamados tapiales) y es menos flexible para adaptarse a los recovecos. Pues bien, el desarrollismo, con su cemento, hormigón y ladrillo industrial, transformó lo que era un material funcional y barato en un material de pobres y atrasados, y lo postergó al medio rural, de donde casi llegó también a desaparecer. Afortunadamente, van surgiendo de nuevo, poco a poco, los productores y constructores de barro, aunque seguro que no los veremos jamás trabajando en Valladolid, como hicieron durante siglos sus predecesores.

sábado, agosto 12, 2006

Derribos

Esta casita, en la Bajada de la Libertad, va a dejar de existir en breve. Recuerdo que, de pequeño, cuando pasaba por delante, imaginaba que podría ser un lugar perfecto para vivir, sobre todo por la terraza lateral, desde la que poder contemplar a la gente pasando por debajo. Pero claro, hay otras gentes que también piensan, con perfecto derecho, que puede ser un lugar ideal para vivir, pero en un piso, y obteniendo suculentos beneficios con la operación. Aun sin conocer cuál será el aspecto del nuevo edificio que se construya (puede que incluso respeten la volumetría actual y que no aumenten alturas, seamos inocentes), me sigue pareciendo desmesurado el proceso de sustituciones en nuestro casco histórico. La riqueza de formas, colores y volúmenes se va perdiendo, así como la variedad social, que va derivando hacia lo elitista. La heterogeneidad, en todos sus aspectos, es lo que define una ciudad viva, y es lo que, desde siempre, ha caracterizado el centro de Valladolid. La especulación y la falta de sensibilidad, y también equivocados conceptos de modernidad, han estropeado y siguen estropeando la ciudad histórica, por muchos lavados de cara que luego hagamos (me refiero a remociones de fachadas). El corredor Angustias-Bajada Libertad, uno de los más concurridos y arquitectónicamente ricos de la ciudad, continúa con su degradación imparable.