Puertas

Un pequeño catálogo de portadas en la zona norte del centro histórico de nuestra ciudad, concretamente en el barrio que se llamó de San Martín: calles de la Torrecilla, Fray Luis de Granada, Piedad, San Martín, Empecinado, Padilla, Chancillería (por citar sólo aquellas en las que se encuentran estos arcos). Pues bien, estas fachadas fragmentarias tienen en común una circunstancia muy característica del curioso concepto que en Valladolid existe de protección del patrimonio histórico: todas fueron desmontadas, demolido o drásticamente transformado su edificio matriz, y vueltas a montar, en alguna ocasión en su emplazamiento original, pero en muchas otras desplazadas unos metros (o unos cientos). Y digo que existe porque la operación todavía es común en este siglo XXI (casi la mitad de las mostradas). Cuando los distintos organismos que velaban por la defensa de lo "histórico-artístico", como las comisiones de monumentos o de bellas artes, hacían algo de presión, se conseguían salvar de la demolición algunas piezas que, bien por su formalidad o bien por su materia, se consideraban dignas de conservación; estas piezas solían ser las portadas de las viejas casonas palaciegas, muchas de ellas en arco de medio punto, con alfices y con escudos heráldicos. Pese a los esfuerzos de algunos de estos eruditos académicos, no se valoraba la composición formal del edificio ni su papel en el tejido urbano. Pero lo verdaderamente lamentable es que este viejo barrio se conservó casi íntegro hasta mediados de los años 70, momento en que empezó a ser víctima de las desgraciadas transformaciones cuyo resultado ahora podemos contemplar. Las casonas pudieron legarnos sus arcos de entrada (algunas incluso sus patios porticados), pero las viviendas más populares dejaron paso a bloques sin carácter ni gracia. Algo queda, pero mucho se ha perdido.