Otro hoyo

La fotografía no transmite completamente la sensación que produce el inmenso socavón junto a la Catedral. Además, cualquiera que haya estudiado un poco se dará cuenta de que la cuña de presiones del templo sobre el suelo se introduce en el vacío de nuestro futuro aparcamiento, lo que aún produce mayor desasosiego; pero en estos tiempos, esas cosas no suelen ser un problema. Lo verdaderamente problemático es que se esté construyendo esto en este sitio. Junto al cauce enterrado del ramal norte del Esgueva, junto a la Catedral y la Antigua, sobre cierta cantidad de restos arqueológicos de época diversa. Y a la destrucción y el riesgo, hemos de añadir los problemas futuros: este aparcamiento será un foco de atracción de vehículos hasta el mismo centro de la ciudad. Parecía que el tema de los disuasorios estaba ya bastante trillado por la experiencia: deben situarse en puntos claves de intersección de viales, en zonas de borde, donde haya espacio suficiente para situar los accesos y las salidas sin movimientos forzados... Pues aquí se incumplen todas esas premisas, ni puntos claves, ni borde, ni espacio. No sé ya cómo van los temas de impacto ambiental, que siempre suelen ser negativos para este tipo de operaciones. Me basta el impacto urbano. Y es terrible.