Una visión crítica sobre los constantes cambios urbanos que se ven y se sienten (que yo veo y siento) en esta ciudad.

Nombre:
Lugar: Valladolid, Castilla y León, Spain

miércoles, mayo 31, 2006

Perspectivas truncadas

La ciudad también la hacen los pequeños detalles. O grandes, según se mire. La imagen está tomada desde la Plaza Mayor hacia la calle Jesús, como puede reconocerse con facilidad. Pero ahora hay algo que falla. Aparte de otro edificio enfermo de fachadismo que se ve algo más allá (a la altura de la Plaza de la Rinconada), el magnífico e inmenso pórtico de la iglesia de San Benito, por detrás, aparece parcialmente tapado por una especie de paredón escalonado. Hasta hace poco se veía entero todo el arco superior, destacando por encima de los ahora inexistentes tejados de las viviendas. Esta perspectiva, que existe desde que se construyó el Ayuntamiento y que llega a percibirse desde el cruce de la calle Santiago con Constitución, ha sido modificada drásticamente por una edificación moderna, que para más inri albergará la sede de la Sociedad Municipal de Suelo y Vivienda; y el arquitecto que ha realizado el proyecto trabaja como restaurador de importantes monumentos, lo que no sé si es mayor agravante. Quizás pocas personas reparan en estas cosas, pero el paisaje urbano de las ciudades no sólo lo conforman los edificios, sino también las relaciones visuales entre ellos, las comparaciones de tamaños, las escalas y la propia percepción de los habitantes. Nuestro paisaje urbano, en un punto tan importante como este, ha cambiado de forma irremediable (a peor, según mi humilde opinión). Es cierto que se trata de algo inmaterial, muy difícilmente valorable, pero, como suele decirse, no sólo de pan vive el hombre. Seguro que una ciudad bonita nos ayudaría a vivir más a gusto.

jueves, mayo 25, 2006

Y sólo va a quedar un trozo

No hacen falta muchos comentarios. Este es el aspecto que presentaba esta misma tarde la Casa de los Miranda, a la que dediqué un párrafo hace poco tiempo. Aludía entonces a la aplicación práctica del fachadismo, pero ahora se alimenta del materialismo paleto: la piedra vale, el ladrillo no vale. Sólo va a quedar en pie un trozo de la portada, construido con piedra; bueno, también otro pequeño fragmento que no sale en la foto, que está más a la izquierda, y que servía de portillo, también de piedra. En pocos días, lo demás habrá desaparecido. Qué desgraciado final para este edificio. Qué desgraciada pérdida para nosotros, indiferentes vallisoletanos.

sábado, mayo 06, 2006

Pelotazos: ENERTEC

Una de las primeras imágenes singulares con que nos encontramos al entrar en Valladolid por el Paseo Arco de Ladrillo es esta de las antiguas Fundiciones Gabilondo, después talleres de ENERTEC. Los edificios fueron levantados en los años 40, y aunque estuvieron en uso hasta el año 2002, hoy aparecen casi como una ruina, no resultado del abandono, sino de la demolición parcial. Y eso que están catalogados por el PGOU (aunque ya hemos visto en otra ocasión que sirve de poco). ENERTEC es uno de los casos que puede considerarse ejemplar y canónico de pelotazo. Una zona que linda con la futura Ciudad de la Comunicación (todavía no está muy claro por qué se va a llamar así) y con un vial principal de salida de la ciudad. Ideal para cualquier cosa diferente de unas instalaciones industriales (criterio bastante discutible, por cierto). El Ayuntamiento y la empresa firman un convenio por el que se recalifica el suelo de industrial a residencial. La empresa podrá vender su parcela por un precio bastante alto, pero a cambio tendrá que reinstalarse en otro lugar y mantener los puestos de trabajo. Se realiza la venta a DIURSA, a la que le importan bastante poco los talleres catalogados. Pero la empresa no se instala en ningún sitio, presenta suspensión de pagos y desaparece con la pasta. Y los obreros al paro. Claro, el convenio decía que la recalificación quedaría sin efecto si la empresa no cumplía sus obligaciones, así que la promotora había pagado una millonada por un suelo que al final tenía que seguir siendo industrial. Pero la sombra de DIURSA es alargada, de modo que se firma un nuevo convenio con el Ayuntamiento para que la recalificación efectivamente se realice, y a cambio ofrecer una parte de las plusvalías a los trabajadores en paro. Resumen de todo: menos suelo productivo (industrial), menos puestos de trabajo, más suelo residencial, más beneficios para las empresas. Ahora, el problema está en las construcciones catalogadas, que "estorban" demasiado. Veremos lo que tardan en desaparecer.